DÍAS INOLVIDABLES

El nombre de la escuela está en totonaco (Akgskgalalan Laktsukaman )

 que en español significa “Niños inteligentes”. La escuela se encuentra ubicada en la comunidad de Zapotal de Santa Cruz, Papantla, Veracruz. Es una escuela rural indígena, la cual aloja a 53 alumnos.

Las personas de la comunidad son muy sencillas, amables, acogedoras, son personas indescriptibles, todos se portaron muy atentos hacia nuestra persona.

El primer día que estuvimos con los niños se mostraron muy curiosos y tímidos. Los padres de familia nos llevaron un almuerzo para el descanso y como fue demasiada comida nos la dieron para llevar. Al finalizar la jornada escolar les entregamos a los niños una pequeña bolsa de dulces, lo cual los hizo muy felices.
El siguiente día todos los niños estaban al pie de la puerta esperándonos, cuando nos vieron corrieron felices y gritando que los maestros habían llegado. Ese día tuvieron media jornada y después del descanso realizamos algunos talleres, los niños de 1° y 2° grado elaboraron un portarretrato y dibujos con diamantina, los de 3° y 4° hicieron antifaces y por último los de 5° y 6° pintaron un rompecabezas de madera que representa a la Republica Mexicana y crearon sus propios antifaces.

El último día que convivimos con los niños hicimos unos juegos, ellos están muy divertidos, felices, jugaban y jugaban, no se les acababa la pila, incluso algunas mamás también participaron en los juegos. Las actividades finalizaron y los padres de familia nos prepararon una tamaliza, todos degustamos unos deliciosos tamales de verdura y al terminar de comer los niños quisieron seguir juagando, algunos se pusieron a jugar futbol, otros a Doña Blanca y a pato, pato, ganso y lo que después nos llamo la atención fue que algunos niños de 6° grado se pusieron a cantar en totonaco y otro niño llamado Mario nos mostro algunos pasos del baile de los voladores de Papantla (él es volador desde hace tres años) y de la historia de esta danza. Cuando llego la hora de partir nos despedimos y agradecimos la atención que nos prestaron todos los padres de familia, los maestros y los niños, fue un momento tan conmovedor que algunos comenzaron a llorar. Espero que  no nos olviden y que haya sido grata nuestra presencia y lo que hicimos por ellos.